domingo, 16 de abril de 2017

¿Cómo está formada una vértebra?

Todas las vertebras tienen: 1º, un cuerpo; 2º, un agujero; 3º, una apófisis espinosa; 4º, dos apófisis transversas; 5º, cuatro apófisis articulares; 6º, dos láminas; 7º, dos pedículos.

Cuerpo:
El cuerpo ocupa la parte anterior y tiene la forma de un cilindro con dos caras y una circunferencia. De las dos caras, una es superior y la otra inferior. Son planas y horizontales. Una y otra presentan en su centro una superficie acribillada de agujeritos, circunscrita por una zona anular ligeramente prominente y armada de tejido compacto. La circunferencia, excavadas en sentido vertical por delante y por los lados, presenta un canal horizontal, dirigido de uno al otro lado. Por detrás es plana o hasta excavada en sentido transversal, para constituir la pared anterior del agujero vertebral. En su parte media se ven numerosos orificios destinados a conductos venosos, que proceden del cuerpo vertebral.

Agujero vertebral:
Está comprendido entre la cara posterior del cuerpo vertebral y la apófisis espinosa. Tiene la forma de un triángulo de ángulos más o menos redondeados.
Apófisis espinosa:
Impar y media, se dirige hacia atrás bajo la forma de una larga espina, de la cual recibe su nombre. Se distinguen en ella la base, que la une a la vértebra; el vértice, a veces ligeramente desviado a derecha o a izquierda; dos caras laterales, izquierda y derecha, en relación con los músculos espinales; un borde superior, más o menos cortante, un borde inferior, generalmente más grueso que el precedente y también mucho más corto.
Apófisis transversas:
En número de dos, una derecha y una izquierda, se dirigen transversalmente hacia afuera, de donde el nombre que llevan. En cada una de ellas hemos de considerar: la base, que la une a la vértebra; el vértice, que es libre; dos caras, anterior y posterior, y dos bordes, superior e inferior.
Apófisis articulares:
Son dos eminencias, destinadas a la articulación de las vértebras entre sí. Son un número de cuatro: dos ascendentes y dos descendentes. Colocadas simétricamente a cada lado del agujero vertebral, unas y otras sobresalen hacia arriba o hacia abajo del nivel del arco óseo que limita este orificio.
Láminas vertebrales:
Estas láminas son dos: derecha e izquierda. Aplanadas y cuadriláteras, forman la mayor parte de la pared pósterolateral del agujero raquídeo. Hemos de distinguir en cada una de ellas: la cara anterior, que mira a la médula; la cara posterior, cubierta por los músculos espinales; dos bordes, superior e inferior; la extremidad interna, que se confunde con la base de la apófisis transversa, ya con las apófisis articulares. Es de notar que las láminas vertebrales no son verticales, sino ligeramente oblicuas hacia abajo y atrás.
Pedículos:
Han recibido este nombre las dos porciones óseas, delgadas y estrechas que, a uno y a otro lado, unen la base de la apófisis transversa y las dos apófisis articulares correspondientes a la parte posterior y lateral del cuerpo vertebral. Es de notar que los pedículos son menos altos en su parte media que en sus dos extremidades, resultando de ello que sus bordes superior e inferior no son rectilíneos, sino curvos. Dicho de otro modo, cada pedículo presenta dos escotaduras, una superior y otra inferior. Estas escotaduras, superponiéndose regularmente con las de las vértebras vecinas, forman a cada lado de la columna vertebral una serie de agujeros, llamados agujeros de conjunción, por los que salen los nervios raquídeos.

Fuente: Compendio de Anatomía Descriptiva por L. Testut y A. Latarjet